4 cosas que debes saber sobre el trabajo en entornos explosivos

 

Trabajar en entornos explosivos conlleva grandes riesgos y requiere importantes medidas de seguridad y el uso de herramientas de seguridad profesionales. En este artículo, hablaremos de cuatro elementos importantes que debes tener en cuenta cuando trabajes en entornos explosivos.

En un entorno industrial, hay actividades que crean atmósferas explosivas o potencialmente explosivas. Una actividad de pulverización de pintura de vehículos es un ejemplo de estos lugares de trabajo en los que las actividades laborales crean o liberan gases o vapores inflamables. También corren riesgo los lugares de trabajo que manipulan polvos orgánicos finos, como harina de cereales o madera.

La Normativa sobre Sustancias Peligrosas y Atmósferas Explosivas de 2002 (DSEAR) define las atmósferas explosivas como una mezcla de sustancias peligrosas con aire que se presenta en forma de gases, vapores, niebla o polvo. Una ignición puede hacer arder la mezcla altamente inflamable.

Seguir los procedimientos de seguridad y utilizar el equipo adecuado es clave para garantizar la seguridad en estos entornos de trabajo de alto riesgo y ayuda a minimizar el riesgo de explosiones. Sigue leyendo para conocer los principales riesgos de trabajar en entornos explosivos y la prevención de riesgos mediante la evaluación de riesgos, las medidas de seguridad y las herramientas de seguridad.

1. PRINCIPALES RIESGOS DE TRABAJAR EN ENTORNOS EXPLOSIVOS

Hay una serie de sustancias que son inflamables cuando se mezclan con el aire, lo que significa que hay muchos sectores industriales en los que puede surgir una atmósfera potencialmente explosiva en su proceso. Algunas de esas atmósferas no son potencialmente explosivas por defecto, pero a menudo es la cantidad de dichas sustancias lo que hace que esas zonas se vuelvan peligrosas.

Es de suma importancia tener en cuenta todas las sustancias peligrosas que puedan estar presentes en el lugar de trabajo y que representen un riesgo de explosión. Esto incluye los productos de desecho, los materiales utilizados para la limpieza o el mantenimiento y los utilizados como combustible. También es importante tener en cuenta que algunas combinaciones de sustancias peligrosas pueden reaccionar juntas, formando una fuente de ignición o una atmósfera explosiva.

Al utilizar equipos o herramientas de cualquier tipo, la creación de chispas calientes debido a la gran cantidad de energía necesaria para procesar el material conlleva un riesgo potencial, ya que estas chispas podrían inflamar los gases.

2. EVALUACIÓN DEL RIESGO DE ATMÓSFERAS EXPLOSIVAS

Para identificar los lugares en los que podrían formarse entornos explosivos, la normativa europea ATEX sugiere una evaluación del riesgo de explosión en una empresa mediante la identificación de las propiedades peligrosas de las sustancias peligrosas implicadas o la supervisión de los procesos de trabajo, como las actividades de limpieza, reparación o mantenimiento. Además, deben tenerse en cuenta las temperaturas y presiones a las que se manipularán las sustancias peligrosas, así como la calidad y elección de las herramientas utilizadas.

Las evaluaciones de riesgos son el primer paso para determinar el potencial de los entornos explosivos e iniciar medidas para minimizar el riesgo.

3. PREVENCIÓN CON MEDIDAS Y HERRAMIENTAS DE SEGURIDAD

Si trabajas con fabricantes/proveedores o incluso importadores, asegúrate de que sus productos cumplen los requisitos esenciales de salud y seguridad. En el caso de las Herramientas de Seguridad AMPCO®, esto suele ocurrir mediante pruebas y certificación por parte de un organismo de certificación «tercero» que garantiza que las herramientas están fabricadas con materiales que no producen chispas y, por tanto, son seguras para su uso en atmósferas explosivas.

Otras medidas importantes para mantener el riesgo en los lugares de trabajo explosivos lo más bajo posible son el uso de recipientes y procesos correctos, el diseño correcto de los equipos, la instalación y el mantenimiento, así como el control de las fuentes de ignición y el calentamiento de los materiales por encima de su punto de autoignición.

Además, el uso de herramientas adecuadas, hechas a medida para entornos explosivos, es una importante medida de seguridad. Como estas herramientas están hechas de materiales blandos, la cantidad de energía necesaria para extraer piezas de una superficie es menor. Por tanto, las piezas separadas no están tan calientes y no pueden calificarse de chispas, lo que significa que no pueden inflamar gases.

4. EL IMPORTANTE PAPEL DEL MATERIAL DE LAS HERRAMIENTAS DE SEGURIDAD

El 90% de las herramientas de seguridad utilizadas en entornos explosivos están fabricadas con aleaciones de aluminio-bronce y cobre-berilio, que ofrecen una gran mezcla de seguridad y utilidad.

Cuando se trata de la producción de herramientas de seguridad de alta calidad, es vital que la composición química exacta de la aleación utilizada para la producción de la herramienta de seguridad se consiga con precisión, ya que incluso pequeñas desviaciones pueden afectar significativamente a las propiedades de la herramienta de forma negativa. Es más, el proceso de fundición debe ejecutarse con cuidado, ya que la herramienta no sólo debe tener un aspecto magnífico por fuera, sino que su núcleo debe ser fuerte y estable. Por último, el tratamiento térmico es un proceso clave para obtener las mejores características posibles.

En determinadas industrias, las atmósferas explosivas son inevitables, pero si se identifican las fuentes potenciales de peligro, se realizan evaluaciones de riesgos y se efectúa un mantenimiento periódico, además de implantar y utilizar el equipo adecuado, se puede minimizar el potencial de explosiones y accidentes al trabajar en atmósferas explosivas.